Sistemas alternativos y aumentativos de comunicación

¿Qué son los sistemas alternativos de comunicación?

Los sistemas alternativos de comunicación son aquellos que en lugar de utilizar la capacidad para comunicarse oralmente con los demás, emplean otro medio que permita dicha comunicación. 
El origen de esta necesidad educativa puede estar en una capacidad de comunicación oral no desarrollada, deteriorada o que nunca se tuvo por parte del niño. Los sistemas alterativos y/o complementarios de comunicación pueden dividirse en dos grandes grupos: los sistemas con ayuda de instrumentos , y los sistema sin ayuda de instrumentos.

Foto de ayutec.blogspot.com.es
Los sistemas alternativos de comunicación son instrumentos de intervención logopédica/educativa destinados a personas con alteraciones diversas de la comunicación y/o del lenguaje, y cuyo objetivo es la enseñanza, mediante procedimientos específicos de instrumentos, de un conjunto estructurado de códigos no vocales, necesitados o no de soporte físico, los cuales, mediante esos mismos u otros procedimientos específicos de instrucción, permiten funciones de representación y sirven para llevar a cabo actos de comunicación (funcional, espontánea y generalizable), por sí solos, o en conjunción con códigos vocales, o como apoyo parcial a los mismos, o en conjunción con otros códigos no-vocales. (Tamarit, 1989)



Clasificación SAAC



Clasificación de Lloyd y Parlan.- 
Los sistemas sin ayuda (o también llamados sistemas de comunicación no asistida) son los que no requieren de ningún aparado, material ni ningún otro tipo de ayuda. Es decir, los códigos que utilizan los sistemas de comunicación sin ayuda no necesitan ningún elemento físico, externo al emisor de dicho código, para realizarlo. Ejemplo de sistema de comunicación sin ayuda: el habla, lenguajes de signos, empleo de gestos indicativos, utilización de gestos de sí y no, gestos de comprensión fácil, palabra complementada (Cued Speech).


Los sistemas de comunicación con ayuda (o sistemas de comunicación asistida) son aquellos en los que los códigos que utilizan requieren un apoyo físico, un material, una ayuda externa, físicamente independiente del emisor que realiza una actividad comunicativa mediante un sistema de este tipo. Ejemplo de sistemas de comunicación con ayuda: un lápiz y papel (en el caso de la escritura), o un trozo de cartulina con símbolos gráficos dibujados (como en el caso del Bliss y de los sistemas pictográficos, otros ejemplos serían los que utilizan como elementos para la comunicación objetos reales en miniatura, fotografías, formas simbólicas derivadas del trabajo de Premack con chimpancés (Premack y Premack, 1983), Braille y otros códigos vibrotáctiles, y, por último, el habla a través de sintonizadores de voz.


    Sistema alternativo de comunicación con ayuda

En los Sistema Alternativo de Comunicación con Ayuda, según Lloyd y Karlan (1984) el emisor, para poder emitir sus mensajes compuestos por códigos no vocales, necesita un soporte físico externo a él. 

Una persona que se comunica mediante el lenguaje oral o mediante el lenguaje de signos no necesita para ello nada más que alguna parte de su cuerpo. Éste no es el caso de los usuarios de sistemas alternativos con ayuda, debido a que los códigos no vocales utilizados para transmitir la información son símbolos gráfico-visuales y por tanto necesitarán siempre de un soporte externo donde sustentarse. Para poder comunicarse, el usuario indicará de algún modo estos símbolos gráficos dispuestos en el soporte.

 
El objetivo que pretenden cumplir estos sistemas, es dotar a la persona no hablante o con habla poco inteligible de un instrumento útil y eficaz de comunicación, que le permita desarrollar habilidades básicas de representación y comunicación funcional, espontánea y generalizable hasta que adquiera el habla o como complemento o sustituto de ésta durante toda la vida.
Para hacer referencia a la clasificación de los sistemas con ayuda, podemos fijarnos en dos aspectos, tal y como señala Basil (1988).


En cuanto al tipo de elementos de representación, éstos pueden ser: muy representativos, como objetos, fotos, etc., que el usuario señala con fines comunicativos; símbolos pictográficos e ideográficos, que mantiene una relación gráfica o conceptual con el elemento al que representan; arbitrarios, que no mantienen ningún parecido con su referente; y, por último, los más complejos, que utilizan las palabras impresas o codificadas a través del sistema Braille o Morse



Todos los sistemas señalados anteriormente que se componente de símbolos pictográficos, ideográficos o arbitrarios (SPC, PIC, Picsyms, Bliss, etc.) es usual que acompañando al dibujo vaya la palabra escrita a la que hace referencia, con el fin de facilitar su comprensión a los interlocutores de los usuarios de estos sistemas, sin ser necesario por tanto que tengan que aprender los símbolos para poder comunicarse con ellos.

Personas que pueden beneficiarse de este tipo de sistemas

Aquellas personas que por sus dificultades motoras tengan afectado el aparato bucofonador, de tal forma que les impida un habla comprensible para los demás, y que sus dificultades físicas no les permitan realizar movimientos con las manos tan finos y precisos como los que requiere un lenguaje de signos, o cualquier otro lenguaje alternativo de los denominados, “sin ayuda”.

Por tanto, podemos decir que el colectivo más numeroso que utiliza un sistema con ayuda es el de las personas con dificultades motoras. Actualmente son utilizados también por personas con retraso mental, disartria, apraxia verbal, glosectomía, entre otros. Además, como señalan Vanderheiden y Poder (1986) a los anteriormente descritos se pueden añadir personas con discapacidades adquiridas como traumatismos craneales, accidentes vasculares cerebrales, etc. O personas con enfermedades neurológicas progresivas como enfermedad de Parkinson, distrofia muscular, esclerosis múltiple, etc.

En cualquier caso, consideramos importante señalar que es necesario un proceso de valoración para determinar si una persona es candidata a utilizar algún SAC con ayuda, y dentro de éstos, poder determinar cuál.

Sistemas alternativos de comunicación sin ayuda


El lenguaje de signos es una modalidad no vocal del lenguaje verbal humano, desarrollado de forma natural por el colectivo de personas sordas.





La Palabra Complementada- Las personas sordas necesitan información visual que les ayude a comprender a sus interlocutores. Uno de los medios visuales más comúnmente empleados por las personas sordas en sus intercambios comunicativos es la lectura labial o labio-facial.

Sin embargo, el lenguaje oral está sólo parcialmente representado en la modalidad visual. Hay un conjunto de sonidos que no se ven; por ejemplo la percepción visual de la palabra “gato” es muy similar a la de “ato”. Un buen “labiolector” no descifra más de un 30% del mensaje.

Esta realidad ha llevado a que, a lo largo de la historia, los profesionales dedicados a la enseñanza de los alumnos sordos hayan desarrollado sistemas de ayuda a la lectura labial. Actualmente el más difundido es la palabra complementada (PC) o cued-speech.

Fue creada en 1967 por Cornet y se trata de un sistema que combina la lectura labiofacial con ocho configuraciones de la mano que se ejecutan en tres posiciones distintas respecto al rostro las configuraciones manuales permiten identificar las consonante, mientras que los vocales se corresponden con los diferentes lugares en los que son articuladas las configuraciones.

Los complementos manuales, también llamados Kinemas, están desprovistos de contenido lingüístico, es decir, no tienen ningún significado al margen de la lectura labial. Es un complemento al habla y por tanto adquiere significado en combinación con ella.

Es un método a emplear principalmente por parte de los padres y educadores oyentes que rodean al niño sordo. Se trata de un sistema de fácil aprendizaje, aunque su automatización sólo será posible después de varios meses de uso constante.

Debido a su estructura podríamos decir que se trata de un sistema silábico, ya que, generalmente, acompaña las sílabas habladas. Es muy importante la simultaneidad exacta de la producción vocal y de su complemento manual.

Por último, conviene aclarar que la PC no es un sistema signado ni gestual. Esta confusión es aún frecuente en numerosas personas que desconocen el funcionamiento del sistema y que por utilizar loas manos lo consideran como gestual. La PC es un método eminentemente oral en el sentido de que su objetivo es complementar la lectura labial. La información obtenida únicamente a través de las posiciones de la mano no es suficiente para la emisión ni recepción del mensaje. Se precisa la simultaneidad boca-mano.

La PC es un sistema complementario a la lectura labio facial, que facilita la lectura labial al visualizar los fonemas no visibles y suprimir las ambigüedades. Consta de ocho configuraciones de la mano que toman su forma en tres lugares diferentes. Siempre se precisa la simultaneidad boca-mano. Las posiciones manuales no ofrecen, por sí misma, información suficiente para comprender el mensaje.

El Alfabeto dactilológico


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Existe una correspondencia entre una forma concreta de la mano y una letra del alfabeto escrito. Podríamos decir que la dactilología es una forma de escritura “en el aire”.

Los alfabetos manuales son, en la actualidad, principalmente empleados por las personas sordas para deletrear nombres propios, términos orales que no tienen correspondencia exacta con un signo concreto, etc. Son asimismo empleados en contextos educativos con la finalidad de servir de facilitador para el aprendizaje de la lengua oral.
A pesar de que el empleo actual se circunscribe al ámbito de la comunicación de las personas sordas, estos alfabetos fueron, en su origen, empleados por personas oyentes.


Los alfabetos dactilológicos son sistemas de escritura manual; como metodología educativa, su empleo simultáneo con el habla es conocido bajo el nombre de “Método Rochester”.



Sistemas bimodales de comunicación- 
Sistema desarrollado, principalmente en los últimos 30 años, en el marco de lo que hemos denominado filosofía de la comunicación total. Empleo simultáneo de signos y habla tiene como fin el facilitar los intercambios comunicativos entre los alumnos sordos y sus padres y educadores oyentes y posibilitar de esta manera un mejor aprendizaje del lenguaje oral.

Características de la comunicación bimodal

Bimodal fue introducido por Schlesinger (1978) para designar la asociación de dos modalidades: signada y hablada.

De manera general decimos que una comunicación es bimodal cuando se da un empleo simultáneo del habla junto a signos; esto es, de una modalidad oral-auditiva junto a una modalidad visual-gestual. El mensaje se expresa en dos modalidades al mismo tiempo, pero la lengua base, la que marca el orden de la frase y la que determina la sintaxis de las producciones, es la lengua oral.

El término bimodal hace referencia a la característica de ciertos intercambios comunicativos basados en una lengua (la oral), aunque empleando dos modalidades diferentes de expresión (vocal y gestual).

Todos estos sistemas tienen en común el empleo de ambas modalidades, todos ellos son, pues, bimodales. Sin embargo encontramos importantes diferencias entre ellos basadas en:

I.     las características de los signos que emplean, y

II.    el grado de ajuste existente entre el habla y los signos que lo acompañan.

En lo referente a la primera de las diferencias- las características de los signos que emplean-, algunos sistemas toman prestados los signos de la lengua de signos correspondiente, mientras que en otros casos sólo algunos signos tienen este origen, siendo otros completamente artificiales.

En cuanto el grado de ajuste existente encontramos una amplia variedad debida fundamentalmente al objetivo con el que son empleados.

En este ejemplo de bimodal, se ha buscado que cada palabra vaya acompañada de un signo correspondiente; sin embargo, podemos observar que esto no ocurre en todos los casos. Así observamos que no hay signos para términos como “la”, “los”, “me” y “lo”. Esto es debido a que el vocabulario de la lengua de signos no cuenta con signos concretos para estos términos orales. ¿Cómo solventar este problema?

Cabrían varias posibilidades; una de ellas es la de no incluirlos en el mensaje (opción tomada en el ejemplo que estamos discutiendo), otra, haber utilizado la dactilología, esto es, el deletreo manual para los artículos. Y una tercera posibilidad hubiera consistido en inventar un signo artificial para estos artículos.

Los mismos problemas encontraremos si nos atenemos a otra característica morfológica. Así, por ejemplo, no encontramos un ajuste “exacto” entre ciertas formas verbales en su modalidad oral-escrita y su modalidad signada.

Bimodal hace, pues, referencia al empleo de dos modalidades, la acústico-vocal y la visuo-gestual, en la producción y comprensión de los mensajes. La búsqueda de un mayor o menor ajuste entre el mensaje oral y los signos que los acompañan está relacionada con el tipo de objetivos que se persigan con el empleo del sistema.




Consideraciones generales en cuanto a la clasificación


Los sistemas de comunicación sin ayuda son más manejables que los sistemas con ayuda. Este concepto de manejabilidad es importante en relación a la actividad comunicativa y, por tanto, a la interacción. Una de las desventajas de los sistemas con ayuda proviene de esa característica misma que define al sistema con ayuda, la presencia de elementos físicos, materiales, que son el soporte de los códigos comunicativos, y que el usuario ha de llevar consigo en todo momento.

Los sistemas de comunicación con ayuda tienen un mayor grado de permanencia que los sistemas de comunicación sin ayuda. En este caso el hecho de que el soporte sea algo material permite que sea mayor el tiempo que permanece un código (entendido como un estímulo específico), frente a los signos, por ejemplo. Esto facilita el procesamiento de la información ofrecida.

Los sistemas con ayuda tienen menores exigencias de capacidad física determinada que los sistemas sin ayuda. Está claro que para la realización de un signo, se requiere un acto motor más fino y complejo que el que se requiere para señalar un pictograma.

Los sistemas con ayuda, por lo general, son más comprensibles y fáciles para las personas que interactúan con el usuario de un SAC que los sistemas sin ayuda. Es decir, los símbolos gráficos, puesto que suelen tener escrita la palabra a la que el símbolo se refiere, son más fáciles de traducir que los signos que requieren un aprendizaje previo para conocer su significado.

Finalmente, los sistemas sin ayuda son menos costosos, en un nivel meramente económico, que los sistemas con ayuda.

Estas consideraciones pueden ser interesantes cuando se realiza el proceso de selección de sistema.

Fuente

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