Los expertos denuncian el abandono que sufren los alumnos hiperactivos
Un manual para docentes dice que el 5% de los niños españoles padece este trastorno
Juan G. Bedoya recoge las experiencias que Maria Lázaro, de 19 años y diagnosticado de TDAH vivió.
"Llegué a pensar que era tonto. Y lo peor: me llevaban de médico en médico y nadie era capaz de diagnosticar lo que me pasaba".
Es un hiperactivo, por decirlo con el desparpajo con que se expresa la gente. Sin tratamiento, estaba condenado al fracaso y, quizás, a la marginalidad social. Hoy, bien diagnosticado, Mario Lázaro es un brillante estudiante de Ingeniería de Minas, tiene novia, se relaciona bien con los amigos y estudia sin problemas, aunque ayudado por la eterna pastilla. En torno al 5% de la población infantil española padece TDAH, según los expertos reunidos por la editorial LoQueNoExiste en el libro Hiperactivos. Estrategias y técnicas para ayudarlos en casa y en la escuela.
¿En qué lugar de la clase debe sentarse un hiperactivo?, ¿con cuánto tiempo debe contar para un examen?, ¿cómo castigarle?, ¿hay trucos para captar su atención?
La Asociación de Niños con Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención (ANSHDA) espera que este libro llegue a todos los colegios y lo usen los profesores como un manual de comportamiento ante el problema. Los países más desarrollados, con Estados Unidos a la cabeza, tienen protocolos de actuación muy estrictos, de los que carece España.
"Lo más importante [de este libro] es que aporta al profesor una serie de pautas didácticas y pedagógicas para guiar su práctica docente", sostiene Eva Almunia Badía, secretaria de Estado de Educación y Formación.
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